Mañas

Cada cabeza es una barbacoa dice mi mamá y no hay manera de dudarlo. Todos tenemos mañas, esas cositas quisquillosas que nos hacen diferentes (o iguales). He aquí algunas, del tipo gastronónico-deglutivo, que me han ventilado ya entre compas (o copas):

- Placer por las orillitas quemadas de lo que sea.

- Angustia que solamente se calma comiendo "whatever" de barro (se incluyen ollas, macetas, florereos, y un enorme ETCÉTERA)

- Extraña obsesión por el limón: huevo frito con limón, frijoles con limón, paella CON limón (sacrilegio en mi opinión).

- Amor por el taco frío, increíble pero cierto, este amigo en cuestión me confesó que espera ser el último del monchis para que le toquen las tortillas BIEN frías.... spooky!

- Comer fumando...

- Comer parado; conozco 2 personas que jamás se sientan a la mesa y lo suyo es traer el platito en la mano paseándose por toda la casa.

- "Enchilarme cada que como" ése es mi papá! y dos que tres gentes más, quienes a la hora de tener el plato caliente enfrente lo primero que hacen es buscar la salsa o el chile toreado. Es toda una experiencia verlo cambiar de colores.

En fin, si recuerdo otras al rato las escribo.

Se aceptan sugerencias!

En la foto, el Red Grandpa entrándole duro a unos tacos en Naolinco siendo la noche de muertos.