En una semana he ido 3 veces con el oftalmólogo... ¡qué cosa más rara es que te exploren la mirada!
En la imagen, mi padre en su revisión de rutina.
30/12/09
23/12/09
12/12/09
8/12/09
Posando sin luz
El festival de fin de año fue cancelado, la lluvia tumbó algunos cables y media ciudad quedó en la vil penumbra. Sin embargo, los duendes posaron como si fuera Cannes (y sin alfombra roja!).
7/12/09
5/12/09
2/12/09
Perderse sirve, comprobado.
A un día de haber llegado a Pekín un antojo tailandés me arrebató la cordura y terminamos tomando el metro para comer en "thai-thai" un restaurant recomendado por "the NYtimes". Todo bien hasta que no dimos con la dirección... las calles estaban desiertas -cosa EXTRAÑÍSIMA- y lo único que se veía a nuestro alrededor eran fábricas-oficinas-bodegas. Nos guiamos por el sentido común -sigue a la masa-y caminamos hasta que nuestros pies planos (enfundados en novísmos zapatitos chinos) gritaron, lo bueno fue que esto pasó frente a un restaurant coreano y el hambre no nos perdonó. Entramos pensando "vemos la carta y si aquello es un robo salimos en fa" pero resultó que la carta estaba en coreano ¡ja! así que pedimos lo que creímos poder pagar (seguro fueron puros aperitivos). Aquello fue una total sorpresa! primero una crema (fría!!) de camote con pérsimo (ultramegasuperBUENA) el segundo tiempo fue para un perón relleno de pepino y cebolla (con un fuerte sabor a vinagre), le siguió un pulpito en salsa de quiensabeque pero que ardía como si fuera puritito habanero... en fin, desfilaron cerca de 6 platillos por la mesa y por estar con el nervio de si nos alcanzaría la marmaja (varo-lana-plata) pues aquello se veía cada vez maaaaaas nais hasta planeamos estrategias de escape. Llegó la cuenta y todo bien, cero platos que lavar.
Perderse sirve, jamás se me hubiera ocurrido llegarle a la comida coreana.
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