Esas tiritas de papel nunca han errado (siempre lacónicas pero certeras). Es como si alguien escribiera en ellas una pista de lo que se aproxima. Todo fue un tanto increíble desde la primera vez que cenamos en ese restaurante chino; veníamos cansados de un largo día en el desierto, ansiosos y hambrientos caminamos unos pasos desde el hotel para toparnos con el casi único lugar abierto a las 10 pm. Nos recibieron los "infaltables" candiles dorados, los hologramas del palacio de verano de pekín donde el lago tiene movimiento, el gatito "golden" que eternamente saluda con su patita... todos esos clichés taaaaan chinos como el mismísmo chow mein.
La carta era abundante, así que sin muchos rodeos, pedimos lo primero que vimos. Al probarlo, TODO estaba delicioso, habíamos descubierto la mejor mezcla Cantón- Mexicali* sin siquiera buscarlo! Pollo almendrado, arroz cantones con chorizo chino, camarones en salsa de champiñón y claro, chow mein...uf! Terminamos súper rápido (nos daba un poco de pena ser los únicos cenando cuando los meseros lanzaban miradas cansadas) y al final llegó aquella primera galleta de la fortuna acompañada de naranja en rebanadas. Con 5 palabras nos dejó pensando...
He abierto montones de esas galletitas a lo largo de mi norteña vida - y lo digo así porque esto de la "fortune cookie" es una cosa del gringo, en china ni sus luces, con algún antecedente japonés dicen por ahí- pero hasta ahora ninguna brujería.
Desde hace 1 año hasta hace 1 mes van 5 o 6 galletas y ya nos da miedito ver que dice la siguiente.
¿Sugestión? Puede ser...
*Mexicali: para aquellos que no conocen el infierno, Mexicali es la ciudad más caliente de México (52-54 grados centígrados en verano) y donde mejor comida china hay de absolutamente todo el país (esto debido a los benditos miles de trabajadores inmigrantes de toda China llegados hace más de 100 años).
Nos los conocía...
