8/7/09

Cat power

Los gatos me sacan mocos y ronchas, estornudos, hacen que se me hinchen los ojos y la garganta... en fin me ponen realmente mal. El caso es que me gusta la mala vida y me encantan... y no aprendo ni se me quita la alergia. 
Cuando tenía entre 5 y 7 años me encontré una gatita por mi casa y me la adueñé. Pasaron los días y empezaron los molestos mocos y su respectivo circo. Mi señora madre muy preocupada me llevó al doctor... nadie sabía que me provocaba aquel "cuadro alérgico"; me quitaron esto y aquello, me recetaron mil y un chochas. Todo terminó cuando a alguien se le ocurrió que la gata tenía que ver (damn it!). Después de eso pasaron muchos años sin oler pelos felinos. Hasta que alguien a quien me gustaba visitar me presentó a su linda, gorda y peluda gatota... vuelve la tortura. Y después de eso cada que conocía alguien casualmente tenía gato! No sé en que momento me aventaron el embrujo la neta. 
Un buen día decidí que yo también tendría una (que pues!) y que con eso se me quitarían mi broncas (eso me lo dijo cynthia para convencerme de que me llevara la última de sus gatitas). No se me quitó nada pero cómo quise a ésa negra! 
Nowadays soy la doña de los gatos... ninguno es mío pero para todos hay. Buffet diario para el que se acerque.

En la foto una gatúbela playera que pedía raite y quería manejar.

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