17/6/09

Fritos


Manejando por la carretera panorámica de madrugada, tu eras el copiloto. El no dejaba de ver a lo alto con mirada extasiada y empezó a hablar: el cielo se le derretía como si fuera un caramelo al sol, los colores se escurrían por el paisaje. Tu lo viste por un momento, también sentiste que avanzaban hacia una gran plasta multicolor. Fue demasiado.... todo vibraba.

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