Edna tiene una lamparita con frutas emplomadas; es tan pequeña que quizá aún de niña me hubiera parecido diminuta.
La escala de las cosas es algo tan misterioso para mi.
Cuando estudiaba arquitectura un amigo me decía que no tenía idea de lo que era la proporción; por esos días un maestro de expresión gráfica me dijo que mi problema era la escala: las personas no podían ser tan pequeñas con respecto al espacio... ¿de verdad? Quizá aún me siento Alicia en el País de las Maravillas.
1 comentario:
Maestrisima...
No deja de sorprenderme, deja sigo al conejo para ir a cotorrear con el sombrerero
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