23/4/09

Labor


Era una tina color mantequilla con un gran cristal en los pies. Tenía los bordes precisos para detenerse y hacer fuerza en el momento necesario. Ahí estuve por algunas horas, metida en agua salada y tibia pensando en la increíble situación en la que estaba; el dolor y el miedo intentaron llevarme con ellos pero me salió lo guerrera y terminé de madrugada oliendo su suave piel, viendo sus ojos por primera vez.

No hay comentarios: