20/11/09

Día de mercado





Soy fan de los mercados, lugar que piso mercado que conozco.
El suelo siempre lleno de indescifrables sustancias... aromas a cada paso...color-color!

Esta vez el mercado fue el que me encontró, yo buscaba pinceles y al dar mal una vuelta por un callejón me lo topé de frente; como si llegara a mis oídos la melodía del flautista de Hamelin y mi naturaleza roedora no pudiera evitarlo me adentré sin averiguarle mucho.
Gente, gente, gente... en Pekín eso no extraña aunque uno esté en el baño (que por cierto tuve la experiencia "sublime" de entrar a uno muy tradicional y bastante público). Tampoco extraña que la gente venda en el suelo (recordé los tiempos que me tendía vendiendo mi ropa; igual me vinieron a la mente los tantos mercados en México donde las marchantas se tienden con cerritos de moras, aguacates, tomatitos, mazos de flor de calabaza, quesos de rueda, etc.) o en mesas con manteles plásticos como de fonda llenos de pilas de verdura o fruta, lo que sí sale de cuadro es el área de los pescados y mariscos... me quedé tan pasmada que ni foto le saqué! Peceras, charolas, bolsas, cualquier suerte de bandeja llena singulares seres acuáticos y un tanto de agua. Solo reconocí la anguila, unas carpas y varios tipos de camarón... TODO lo demás me resultaba absolutamente desconocido, cuánta variedad!! Aparte, la onda aquí era que los clientes llegaban y pedían el animalito vivo y ahí mero lo destripaban.




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