Hace 2 días no pude evitarlo, terminé en el cementerio de camino al hotel. Era muy temprano y el pasto brillaba húmedo. Me detuve frente a una lápida y pensé en los cientos de cuerpos que reposaban bajo la tierra, en los pocos ojos que aún conservaban algo de su forma, en los metros de pelo que seguirían creciendo y en lo mucho que extraño a los que ya no están.
7/3/11
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
aveces es inevitable pensarlo... soñarlo...
recibe un fuerte abrazo inés :)
otro para ti mi querida ale...
Publicar un comentario