Comenzamos a tenerle miedo a los fines de semana desde hace meses; algo nos decía que moriría en uno de esos interminables fines y así fue... éste sábado su cuerpo se apagó después de una pesada semana. La noche era fría y el viento soplaba furioso.
Ahí estábamos todos en el pasillo insípido del hospital con el dolor clavado más allá del corazón.
Tuvimos esperanza casi hasta el final.
Ese día, unas horas antes yo te dije al oído: "descansa papá, vete tranquilo... acá todos sabremos seguir".
No sé si fue cruel, no sé si fue casualidad..
3 comentarios:
Un abrazo profundo.
Creo al final es bueno tener tranquilidad sobre el futuro de los tuyos. Así fue con Pepe. El se fue una mañana de diciembre.
todo lo que sientes, se siente y todo lo que se, lo sabes, te amo y te acompaño.
Un abrazo, Inés. No creo que haya sido cruel.
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