



Al duende se le activó la alarma de los regalos y salió botando de la cama. Me vi en él hace muchas navidades, con la emoción por bajar corriendo a ver que había debajo del árbol. Esta vez el hizo algo que yo nunca hice, le dejó a Santa un vaso con leche y una gran galleta, por si venía hambreando con tanta entrega... la primer sorpresa fue cuando vio que ni la leche ni la galleta estaban... "¡si vino y se lo comió! wooooo". Le siguieron gritos de "me trajo lo que le pedí!", "anda ayúdame a armarlo!" y múltiples onomatopeyas de carros, cocodrilos, balazos, voces de robot..."sálvenme, sálvenme!!!"
2 comentarios:
liiindoooo....su cara es fantastica. Que maravilla la inocencia. Besos al guero!
de tu parte Go!
un abrazo desde acá hasta allá
Publicar un comentario