
Tu cuarto tenía en el muro más grande un mapa que lo cubría casi todo, el mapa de México y sus carreteras... la azotea era increíble... marimbas en murmullo por todos lados, el aroma salado y viejo del buen Veracruz, el cielo malva, mucho espacio sólo para dejarte caer y disfrutar.
Pasaron meses para coincidir, ahora vivías lejos del centro, detrás de una fonda. En tu cuarto hacía calor y afuera había una "pila". Después de limpiarla, llena de escombro la tenían, la llenamos y nos pusimos en remojo... pocas cosas tan deliciosas como dejarte ser.
Al siguiente lugar que te mudaste, justo enfrente del anterior, le encontramos provechoso el techo, apañamos una escalera mal puesta y nos hicimos terraza con una cobija y algunas botellas de vino. Creo que ahí fue cuando comenzaron las clases de astronomía.
Yo llevaba 8 cambios de casa en 4 años y tú, toda la vida.